viernes, 5 de diciembre de 2008

A veces soy muy ñoña

Llevo unas semanas que cuando me quiero dar cuenta es ya viernes. He vuelto a contagiarme un poco de este ritmo frenético que se respira por aquí, por eso ya casi no escribo, porque me acostumbré a hacerlo en ratos muertos en el trabajo y últimamente no hay muchos.
No deja de ser paradójico que me vuelva a apasionar el trabajo ahora que sé que es imposible ascender este curso, ahora que sé que puedo considerarme afortunada si consigo mantener el puesto… O puede que en realidad sea lógico que paradójico.

Pero tranquilidad, que todavía no he perdido completamente la cabeza y tengo ganas de puente, aunque será un poco más aburrido de lo que yo esperaba, se me ha puesto malita xx (soy una bloguera supercutre que después de tanto tiempo no tiene nombre artístico para su novia, así que voy a llamarla xx recién asignado).
Creo que lo aprovecharé para ir a ver la navidad con mis sobris al centro. Esto de las navidades me produce sentimientos encontrados: ya sabéis que no soporto las imposiciones, y eso de "toque" ser muy bueno y muy feliz… me parece simplemente ridículo y lo de los discursos sobre presupuestos austeros y las recomendaciones sobre la calefacción para no malgastar energía dándose de bruces con el despilfarro de bombillas y de electricidad para encenderlas… no sé si todavía más ridículo que lo anterior. Peeeero… qué queréis que os diga, que a mí me gustan las luces horteras en las calles y me gusta llevar a mis sobrinos a ver cortylandia y a juvenalia y comprarles globitos y escribir la carta a los reyes con ellos y ver su cara cuando el día 6 ven la casa llena de regalos … No sé si me gustan las navidades o es que estos locos bajitos hacen que todo sea especial.

No sabía qué canción poner hoy, pero se me ha venido a la mente una ahora mismo (y no voy a poner la de Serrat)



María pintó una raya sobre la raya que otro pintó,
y dijo que era una foca bailando al ritmo de una ilusión.
Y vio a Blancanieves morena de piel,
y el bosque encantado y la abeja en la miel.

Cuando quieras ver verás, todo lo que imaginaste.
Cuanto quieras ver verás, todo aquello que soñaste.

Las cosas que hemos vivido ya nunca fueron más lo que son,
las cosas son como rayas y cada uno vio lo que vio.

Pedro Guerra

Cómo me gusta que sean capaces de contagiarme con su ilusión!

5 comentarios:

cris dijo...

La hipocresía de la navidad me repatea muchisisisísimo, pero al final acabo también mirando las puñeteras luces y sonriendo como una ñoña....

Anónimo dijo...

oyes pues XX está bien no? ¿para que nos vamos a inventar otro? jejeje

Bueno pues me pasa como a ti, los locos bajitos contagían de ilusión unas fechas que para mi son absurdas del todo... no me gustan especialmente las Navidades pero se tiñen de deseos y expectativas siempre, no se puede remediar, más aún cuando esperas a los Reyes Magos (al gordo no, que es un impostor XD)

Un besito guapa!

Eris dijo...

por ellos adoro mi trabajo... por esos locos bajitos soporto un sueldo mísero y me levanto todos los días antes que el sol :)

me encanta la navidad, pero siempre es más especial cuando estás rodeada de niños y de sus caras de ilusión :)

bessitos

Melómana dijo...

Cris, a mí también me repatea esa hipocresía. Por eso me gustan tanto los niños, porque ellos no saben lo que es eso, ellos son de verdad y si te quieren te lo dicen y si no... pues también.
Ezne, he pensado llamarla SitaXX, en honor a la Sita Carapápel de los Simpson (aclaro que no se parece en nada).
Ah, y el gordo de rojo es un invento de la coca-cola, al menos alguien con un poco de historia, no??
Ay Eris, no sé si apiadarme de ti o tenerte envidia (sinceramente es lo segundo...). Disfruta de ellos, seguro que aprendes un montón a su lado.

Anónimo dijo...

Es bonito llenarse de ilusión y es normal estando cerca de los crios.. besos