viernes, 15 de junio de 2012

A mí se me detiene en tu ombligo

Hace 5 años el 15 de Junio también cayó en viernes. Lo recuerdo perfectamente porque no fue un día cualquiera, ese era EL DÍA. Y yo lo tenía claro, tanto que tuve que andar media noche sin poder apoyar el pie en el suelo, no me importó, había cosas que me preocupaban bastante más aquella noche.
El 15 de Junio de 2007 se saldó con un esguince y el beso más tierno que me han dado nunca. Lo del esguince se solucionó a la semana siguiente después de una visita al fisio, lo del beso lo seguimos trabajando cada día (y cada noche).

 Últimamente no paro de darle vueltas a esto del tiempo. Si pudiera haría que estos años tuvieran más días, el doble por lo menos, que no pasasen tan rápido, estar así durante más tiempo… nosotras y lo que nos rodea, disfrutarlo y que todo se congelase. Alargar esta etapa más. Nunca se me dio bien cerrar etapas, ni de pequeña, recuerdo cuando mi hermana (que estaría en plena adolescencia) me dijo que ya no podía seguir pidiendo juguetes para Reyes, recuerdo más la tristeza que el orgullo de hacerme mayor. Y la misma historia siempre, al acabar el instituto o al dejar la universidad.
Pero el tiempo es el que es, y los años tienen 365 días (366 si estás de suerte) y pasan, y sé que hay cosas que si no se hacen, ya no se van a poder hacer, y la verdad es que me agobia tener que tomar una decisión. Cada día me atraviesan la cabeza unas mil ideas distintas y unos días pienso que esta etapa me encanta y que quiero que dure así, con esta libertad, toda la vida y otros días pienso que es sólo miedo y que no puedes permitir que el miedo te condicione.

 Lo único que tengo claro ahora mismo es que quiero que el tiempo que venga nos halle abrazadas las espaldas. Que mi tiempo lo quiero pasar contigo.

Y las arrugas de tu piel, amor, 
es señal de que hasta el tiempo se queda contigo. 
Y las arrugas de tu piel, amor, 
es tiempo que te dibuja los rostros que has sido.
Carlos Chaouen