martes, 27 de julio de 2010

Tenemos una casa

Por mucho que se empeñaron los bancos, los gestores y los notarios por llenar todo de trámites infinitos para arrebatar la magia del momento, no lo consiguieron. Exactamente 38 meses después de que tuviéramos nuestra primera conversación cara a cara (no de conocernos porque eso no fue un día, sino un proceso que empezó antes y que no terminará nunca) tenemos una casa. Una casa y mil ilusiones y mil recibos más también, pero eso es lo de menos.



Tenemos una casa
con un montón de puertas
si yo cierro las mías, están las tuyas abiertas
Y yo tengo mis discos
Y tú tienes tus discos
sonando disonantes con ritmos tan distintos

Tenemos un espacio
común, incomprensible
Después de amarnos tanto
parecía imposible

Silvia Penide

Estoy deseando que llegue la próxima ola de frío.

Os dejo el link de la canción en spotify

lunes, 26 de julio de 2010

Architecture of Lies

Esas son las desgracias de verdad. Ver a un chaval apoyado en el cristal que le separa de su padre gritando que es un campeón y jurando no olvidar nunca esta lección. Ver a una mujer mayor llorar pidiendo que le cambie el sitio, que es ella quien debiera estar ahí y él fuera. Escuchar a una mujer todavía joven preguntarle entre sollozos a mi madre cómo se hace, cómo se continúa. Y ver a mi madre abrazarla, y escucharla hablar, y pensar que no hay nadie más elegante que mi madre. Eso es ser una señora. Y recordar. Y revivir.
He escuchado a muchas personas decir este fin de semana que luchó 2 años para nada, que la enfermedad pudo con él. Y se equivocan, el cáncer lo mató pero no le venció. Él ha vencido al cáncer, haciendo planes de verano hasta el último día, soñando con volver a casa e ir a una terrazita a tomar una cerveza "a ver pasar la gente". Se consumía por dentro y todavía sonreía al salir a la calle y decía que la vida era maravillosa. Su hijo tiene razón, se ha ido un campeón.
Descansa en paz, Pepe, te lo has ganado.

Used to think I would understand things
Now I learned there's nothing
To be understood

Marlango




miércoles, 21 de julio de 2010

Qué más da...

Nadie nos puede amargar este momento, no tienen derecho. Olvídalos, es lo mejor que podemos hacer. Todo va a salir bien.
5 días, ya no queda nada, lo estamos tocando. Qué raro es querer que llegue un lunes.

La canción no tiene nada que ver con esto, pero sé que te va a animar.

Y mientras,
Yo me enamoraba como un fan
De tu voz, de tus amigos, de tu ropa
Y de tu manera de mirar
La Casa Azul


¿Sabes? yo soy tu fan número uno, es verdad eso de que debería crearte una página en facebook (lo que sería bastante paradójico).





jueves, 15 de julio de 2010

Ahora

Ayer escuché tu canción en el telediario, hablaban del deporte español. No tienen ni idea.
Y me puse a pensar si después de 3 años todavía se puede decir que son nuevos tiempos. Y me acordé de otra canción, y de otro post. Y me di cuenta de lo equivocada que estaba, yo que habría congelado el tiempo ahí, cuando todo estaba por descubrir y cuando todo estaba empezando, yo que no tenía ni idea de que eso era sólo el principio y que lo mejor estaba por llegar.
Porque este ahora es mucho mejor que el de entonces. Porque seguimos besándonos despacio y porque ahora ya sabemos bailar (dance, dance, dance, this life away). Porque ahora ya no es cuestión de pensiones que parecen palacios, porque ahora casi tenemos nuestro palacio. Porque nos seguimos desnudando, a veces sin quitarnos la ropa. Porque ahora hay menos dudas donde descarrilar. Porque hay días que no saldríamos de la cama. Porque ahora tengo dos almas que no tenía, ahora que sólo sé pensar en plural porque cuando faltas todo está incompleto. Porque ahora apenas llueve. Porque ahora me muero de ganas de pintar nuestro mundo contigo. Porque ahora no hay olvido, sólo tú a todas horas paseándote por mi cabeza. Porque ahora sabemos querernos y porque seguimos aprendiendo a querernos un poco más cada día. Porque ahora sólo pasan fugaces las semanas que compartimos. Porque sigo teniendo ganas de trepar a tu ventana, porque quiero que tu ventanta sea mi ventana. Porque nos hemos quitado el anitifaz las dos. Porque nuestros sentidos ahora sienten con menos miedo. Porque ahora no hay despedidas. Porque seguimos tocándonos con los ojos, mirándonos con las bocas y gritando con los dedos. Porque no quiero vacunas. Porque no quiero bajar de la luna. Porque no puedo dejar de escribirte. Porque esto es estar viva. Porque aunque yo me mida con los demás, sé que para ti no hay más medida que la mía. Porque quiero que éste sea nuestro cuento de nunca de acabar.
Porque te quiero.