lunes, 24 de agosto de 2009

Flotaba en azoteas todo mi deseo

Sólo quiero poner la canción, no voy a añadir nada más. Bueno, sólo una, que me gusta inventar toboganes o convertir mis dedos en descuidados paseantes.

Madelmans haciendo slalom por tu cuello,
aire que se lleva tus misterios, hacia el Sur se van.
Y sé que a veces piensas que estoy algo ido,
pero nunca pierdo una sola oportunidad de admirar cómo ...
Te deslizas como si fueras de viento
y al contacto con mis dedos te desvanecieras.

Love of Lesbian




martes, 18 de agosto de 2009

Mi pulso dice que sí

Y aunque le lleve la contraria a la canción, mi corazón no sabe que no. Esperaba que sí mientras la veía acelerar.
He perdido la cuenta de las veces que he visto las imágenes pero todas ellas se me han puesto los pelos como escarpias (que dirían los gomaespumita).
Hace un año se cayó intentándolo y dijo que esa caída la haría más fuerte y vaya si lo ha hecho. Esa es la filosofía. Yo de mayor quiero su actitud, bueno y sus piernas también (al menos las rodillas).



Cuarenta grados y al sol,
¿gira la Tierra o lo hago yo?
Seré tu sombra aunque me deslumbres
y si vuelvo a tropezar me levantaré ...

... más fuerte que ayer,
nunca abandonaré,
porque abandonar
sería darles la razón.

La Habitación Roja

Siento que no se escuche muy bien la canción, pero es lo mejor que he encontrado por el cibermundo.



lunes, 17 de agosto de 2009

Es duro estar lejos de ti

Cambiar despertar con una sonrisa por abrir el ojo a toque de despertador.
Cambiar las risas y los juegos mientras le vistes para desayunar por una ducha rápida.
Cambiar el cuento de la noche por cuatro páginas de un libro leídas rápido y a dormir que mañana es día de escuela.
Cambiar las carreteras con al menos 7000 curvas por cada km en las que dudas sinceramente que puedan caber dos coches por una M30 de 3 carriles (aunque algunos los corten por obras).
Cambiar jugar a las raquetas, a la pelota, al disco (nombre castizo del frisby o como quiera que se escriba eso) o a correr como locos por correos electrónicos que van y vienen.
Cambiar la sobremesa eterna y la vida en la puerta de la vecina por un café rápido después de comer.
Cambiar la tranquilidad por el estrés.
Cambiar la vista desde tu ventana por una foto que no le hace justicia.



Soy de Madriz, me encanta vivir aquí. Me gusta hasta decir ejque y escuchar a mi sobrino pequeño corregirme (que tiene narices). Pero si hablamos de raíces, yo heredé las mías. Si hay una tierra que me tira é a miña terra galega.

Me invade la morriña
el dolor de Breogán;
cuando suena la muiñeira
el llanto empieza a brotar.

Miña terra galega
donde el cielo es siempre gris
Miña terra galega
es duro estar lejos de ti.
Siniestro Total

viernes, 7 de agosto de 2009

Desnudando la vida como un bergante y soñando que un día serás poeta

Hace unos años tenía la costumbre de quitarme el reloj al llegar y guardarlo en la maleta, no salía de ahí hasta que volvía a Madrid. Era algo así como un ritual cargado de simbolismo. Ahora no llevo reloj, aunque soy más esclava que nunca del tiempo.
Ahora el ritual comienza antes, cuando bajo la tapa del portátil y devoro kilómetros con música de fondo. Allí todo adquiere una dimensión diferente, tomas distancia y ves las cosas en su justa medida, de repente de preocupas sólo de lo importante. Cada cosa en su sitio.

Me voy destino a las estrellas resplandecientes, al lugar donde no tienes que imaginártelas. A alejarme un poco de la realidad, al sitio donde no ves las noticias ni para escuchar el tiempo porque a nadie le importa lo que dica Maldonado, todo el mundo sabe que si quieres saber si lloverá (que es lo más probable) sólo tienes que preguntar a algún paisano que te lo dirá basándose en la dirección que llevan las nubes.

Soltar todo y largarse, ¡qué maravilla!
atesorando sólo huesos nutrientes
y lanzarse al camino pisando arcilla,
destino a las estrellas resplandecientes.

Pantalones raídos, zapatos viejos,
sombrero de ventisca, ojo de garra
escudriñando enigmas en los espejos
y aprendiendo conciertos de las cigarras.
Silvio Rodríguez

Me encanta lo de aprendiendo conciertos de las cigarras.




PostPost: Ya sabes que hay cosas que no me gustaría soltar.


martes, 4 de agosto de 2009

Welcome to the suicide club

No recuerdo ni una sola vez en mi vida que haya estado completamente satisfecha con algo que haya hecho yo, siempre pienso que se podría haber hecho mejor, o más rápido, o más eficientemente o lo que sea, pero siempre es todo mejorable ¿acaso no es verdad?
Creo que sí que es verdad, lo malo es que eso te impida disfrutarlo. Alguien que me conoce (demasiado) bien me dijo una vez que yo estaba condenada a no ser feliz porque tengo una vision idealizada de la vida y es imposible que la realidad se ajuste nunca a mis ideales.
Quizá sea eso un poco lo que me pasa, tengo en mi cabeza una idea clara de cómo quiero que sea todo y no soy capaz de soportar no poder controlarlo para hacerlo como yo quiero que sea. Y eso sale continuamente a la superficie, en mi día a día, en mi manera de ser, en todo por transcendente o vanal que sea.
Yo sé que no lo entiendes porque no le das importancia, pero para mí si algo me gusta y me apasiona no me vale con disfrutarlo, necesito hacerlo bien o al menos hacerlo cada vez mejor porque eso es también lo que me hace disfrutar, aunque a veces eso sea la razón que me impida disfrutar.
Y así me paso la vida, autopresionándome continuamente, empañando cada pequeño éxito por el gran fracaso que siempre lleva detrás.
Lo peor de todo es que no tengo ganas de cambiarlo, no sé si quiero cambiarlo. Si me conformo me acomodo y me estanco. No sé si he aprendido algo en todo este tiempo. El problema, una vez más, es que no sé dosificarme. Todo en su justa medida. Todo en su justa medida, debería copiarlo 100 veces sin recurrir al ctrl+c - ctrl+v.




Can you see, can you see,
Can you see me down here on my knees,
Give me the darkness I need.

Is it true what they say,
You’re judged by what you do,
Well I think so too, do you

Sterlin