martes, 22 de septiembre de 2009

Me jugaría la primavera por tenerte delante

Debería llover hoy, más bien esta noche. Siempre llueve el 22 de septiembre por la noche, desde hace 7 años. Pero hoy no ha llovido y siento que lo echo de menos, como si faltara la ambientación. Y descubro a la vez que da igual, que me da lo mismo que llueva, que nieve, que granice o que salga el arcoiris. Que todos los 22 de septiembre son iguales, sobre todo por la noche.

Nunca he contado esto a nadie (y lo voy a escribir en el blog), el 22 de septiembre de 2002 por la tarde salió el arcoiris y yo lo vi sobre el hospital cuando iba de camino. Me acordé de esa leyenda que dice que el arcoiris simboliza un pacto entre dios y los hombres y pensé que era una buena señal, que todo iba a cambiar... y vaya si cambió. El 23 de septiembre lo entendí todo, justo cuando no era capaz de entender nada. El arcoiris no es más que un fenómeno óptico, como todo: física y química. Sólo física y química.

Porque de ti volví a aprender el nombre de las cosas. 
Porque de ti volví a aprender lo necesario.
Pan, casa, destino, camino.
De ti volví a aprender. Del bosque
de tu alegría. De manos
de tu sereno misterio.
Quedaba mucho por hacer
Manolo García

Quedaba mucho por hacer... nos quedaba mucho por disfrutar a todos: a ti, a ella, a ellos (que llegaron después, cuando ya era tarde para ti), a nosotras. Odio las injusticias y ésta es la mayor que he sufrido en mi vida. Merecías estar aquí, disfrutando de todo esto y nosotros de ti. Parece paradójico, pero cuando más te echo de menos es cuando celebramos algo.



El título viene de otra canción, siempre ligada al 22 de septiembre.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Canciones para el primer día en la tierra

Cuando escuché esta canción el viernes por la noche en concierto supe que iba a ser la canción del siguiente post pero es que escuchándola ahora casa tan bien...
Es justo lo que siento hoy, de sol a sol en estos días infinitos. Si pudiera ivernar y asegurar que el frío no cale mi corazón... Eso es exactamente lo que me gustaría hacer ahora, que volviera a ser verano y apurar las tardes en la piscina mientras leo y espero que sea la hora de ir a buscarte para sentarnos en un parque a escandalizar a los pijos de nuestra ciudad. O volver a agosto y re-ensayar nuestra convivencia. Cada vez mejor, estoy convencida, como los viajes, ya lo verás.

Septiembre es mi mes agridulce que consumo a medias entre estirar el verano y los viajes espaciotemporales que no puedo evitar marcarme hacia el final de mes. Por eso los últimos días de septiembre son nostálgicos. Mi año nunca empieza en enero, pero tampoco en septiembre. El mío siempre empieza en octubre, no me parece tan extraño teniendo en cuenta que en octubre es cuando empecé yo. Quiero creer que en octubre será distinto pero ahora mismo las ganas de otoño mías las debe tener enteras El Corte Inglés.



Como la canción es cortita, la voy a poner entera. No me apetece recortar hoy, hasta para eso estoy apática.

Duerme Corazón, descansa bien, porque al despertar,
te harán, volver, a trabajar, de sol a sol, sin descansar.

Duerme corazón, descansa bien, mañana sera, hoy otra vez, si te portas bien, te tratan mal, intenta ivernar, oso polar.

Y el frío no, podrá calar, tu corazón.
A trabajar, de sol a sol.

Niños Mutantes

El título del post lo tomo prestado del título del álbum de Niños Mutantes.