jueves, 8 de enero de 2009

Todo o Nada

¿Reconocería hoy su voz? ¿La reconocería en una grabación? Si pienso en ella no la puedo reproducir en mi cabeza, han pasado unos 4 años desde la última vez que la escuché. No es poco tiempo. Su voz se me ha debilitado en la memoria pero dejó algo marcado en mí. Algo que me hizo daño mucho tiempo, algo que todavía me lo hace, algo que todavía después de todo este tiempo se interpone un poco en mi relación.
Hace mucho tiempo (mucho más de 4 años) alguien me dijo que me hacía falta que me chuleasen un poco. Decía que yo era muy ingenua y que confiaba en todo el mundo. Por supuesto lo único que le molestaba era que confiase en alguien más que en ella, resultó ser la misma persona que me lo dijo quien me chuleó. Cosas de la vida. Creo que fue la persona que más daño me hizo. Pero seguí siendo una ingenua. Después apareció ella y yo me cegué un poco y sólo la veía a ella, que eclipsaba todo lo demás. Incluso sus mentiras. Me hizo daño también, no tanto como la otra, pero me marcó más. Después no volví a confiar en nadie durante mucho tiempo, me encerré en mi mundo y evité todo lo que me pudiera hacer daño. Y un día decidí que ya estaba bien, que bastaba ya de autocompasión y de pensar que más vale prevenir que curar. Y volví a salir al mundo. Pero sé que no soy la misma, que todavía hoy tengo reacciones estúpidas de vez en cuando que sufre quien menos culpa tiene (como suele pasar) y que tienen una causa clara.

Todo esto viene porque tengo una leve impresión de que la he encontrado en un blog. No estoy segura, pero son demasiadas coincidencias y yo también soy buena atando cabos. No es que me importe demasiado aunque sí tengo que reconocer que tengo curiosidad por saber si es o no, y por saber qué fue de su vida después de mí. Después de nosotras. Después de lo que en su día fue TODO, aunque hoy sea NADA.


Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro

6 comentarios:

cris dijo...

Pues yo soy de las que se ciegan y nunca ve nada hasta que se me hinchan los ovarios y lo mando todo a la mierda... pero no quiero cambiar, me gusta pensar que la gente es buena por naturaleza (aunque no siempre es así, ya sabes).
A ver si te enteras del asunto, aunque sólo sea por curiosidad.

Anónimo dijo...

que binito..... que manera mas clara de hablar y de expresarte..... a mi tambien mi hicieron daño y el mio fué hace ya 10.... y aqui estoy todavia buscando mi norte...

Melómana dijo...

Te entiendo perfectamente Cris...

Gracias NCC, siempre he creído que la vida es un continuo proceso de búsqueda. Mientras lo haces, enjoy the ride.

Anónimo dijo...

Bueno a mí me hicieron daño tantas veces, pr siempre he creido q gané y sabes por qué? pq no pudieron ganarme, pq me levanto y sigo creyendo en el amor, pq siempre volveré a creer y a confiar en los demás. Pq ellos pueden hacerme daño, pr yo no seré nunca como ellos y esa es mi victoria. besos grandes guapa

Owhaka dijo...

Siento tu dolor a través de tus palabras y me duele a mi porque es el mismo que yo sentí una vez. Mi alma quedó hecha jirones, mi autoconfianza enterrada bajo una manta de lágrimas y espanto. Han pasado veinte años y todavía el recuerdo me hace revivir el dolor.

Creo que no hay antídoto contra el amor que uno siente por otro y de lo ha entregado.
Veo que eres joven, yo no tanto y me atrevo a decirte que lo que más vale de lo que sentiste es la fábrica que lo produce y esa eres tú. El valor está en ti. Olvídate en la medida que puedas de la otra persona y fortalece tu ánimo. Puedes llegar a cualquiera porque has llegado a mi que jamás he escrito en un blog.
Como conoces a José Hierro quizá conozcas también el poema que sigue, pero viene muy bien para estos momentos. Cuídate y sé feliz...
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
Hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.

Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.

Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...

Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...

Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?

Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.

No te conozco, pero ojala seas feliz .....

Melómana dijo...

Gracias por tu comentario CARLOSABILIO. Y muchas gracias por la poesía, la conocía, pero me ha gustado mucho recordarla.
Ojalá tú también seas feliz