No sudé toda la tristeza, pero sí una buena parta de la angustia.
Se me había olvidado por qué me gustaba el spinning. PA PA PA y todos tus problemas se reducen a marcar el ritmo con la pierna: PA pierna derecha abajo, PA pierna derecha abajo, PA pierna derecha abajo. Ahora más rápido PA-PA-PA.
Salí nueva, aunque el dolor en la rodilla derecha todavía me dura.
El jueves no estuvo mal, recordé también por qué me gusta este trabajo, es curioso que lo recuerde cuando tenemos una movida que no hay por dónde cogerla.
Y por lo demás ... me siento mejor, me siento contenta hoy, mira tú. Será porque es viernes. Sé que no está solucionado, que en el fondo es como barrer y meter la porquería debajo de la alfombra. Habrá que utilizar parte del fin de semana desempolvando.
El sol, el sol sale para todos el sol sale para todos y para todos se oculta también. Si, ay, si te quedas si te quedas un rato esperando verás que vuelve a amanecer.
Me he levantado con el mismo dolor de cabeza con el que me acosté ayer. No siempre se lo lleva todo la noche. Siempre me cuesta ponerme en marcha por la mañana, necesito un periodo de adaptación, no puedo mantener una conversación hasta después de desayunar. Sin embargo esta mañana no he tardado más de 30 segundos en recordar cómo me acosté ayer. La misma sensación me ha acompañado desde primera hora y no parece que se vaya a separar de mí en lo que queda de día.
Me voy a ver si hago un poco de deporte, a ver si sudo la triteza.
A ti te estoy hablando, a ti, que nunca sigues mis consejos, a ti te estoy gritando, a ti, que estás metido en mi pellejo, a ti que estás llorando ahí, al otro lado del espejo, a ti que no te debo, más que el empujón de anoche que me llevó a escribir esta canción.
No me muevo por ritmos impuestos, ni siquiera a los que me impongo yo misma. El caso es que yo ahora tendría que estar supermegahipermotivada laboralmente hablando, debería estar dejándome los cuernos porque toca, porque nadie se acuerda de nada, sólo de los últimos meses. Sin embargo… llevo una temporada con una pereza encima que no es normal, que me cuesta arrancar por las mañanas y que me hace arrastrar las horas una detrás de otra, viendo que no avanzo, viendo que salto de una cosa a otra sin terminar nada. Me he dedicado a analizarlo, creo que en parte es culpa de mi jefa, que trabaja demasiado y no me termina de involucrar, pero puede ser que también sea miedo por mi parte, y si después descubro que no sé hacerlo, y si lo consigo y me veo con crisis nerviosas cada día cuando venga a trabajar… y si no lo consigo. No entiendo lo que me pasa, a mí me fascinaba mi trabajo, es por eso por lo que sigo aquí, es por lo que he aguantado mucho de lo que aguanté, porque realmente disfrutaba con ello. No sé a qué viene este miedo, creo que soy buena en lo que hago (siento que suene un poco prepotente, decir otra cosa sería falsa modestia que me repatea) pero no puedo evitar sentirme un poco bloqueada.
El otro día estuve con mis antiguas compañeras de la facultad, y me dio por pensar cómo ha cambiado todo desde cuando nos conocimos, cuando hace 10 añitos entramos en esas clases enormes, sin saber muy bien al lado de quién nos estábamos sentando. Ahora cada una está en un momento de su vida distinto, Me pasó una cosa curiosa, de repente una de ellas dijo algo que yo solía decir en aquella época, una expresión que utilizaba yo mucho entonces y tuve una sensación de cercanía muy especial y se me escapó una sonrisa de esas de complicidad que dicen más de lo que callan. No sé si alguna de nosotras creería que hoy estaríamos así, la verdad es que creo que ninguna. Empecé a trabajar aquí sin grandes expectativas, luego pensé que quizá yo podía cambiar un poco esto, a veces creo que lo hice, a veces creo que lo hago cada día un poco. Otras creo que esto me ha cambiado a mí.
Lo tuvimos en las manos y también ante el espejo, y saltó en mil pedazos, hizo polvo nuestros sueños.
La vida moderna es nuestra condena, las prisas,las penas, y los pisos de treinta
Nada, que se han propuesto que Rajoy me despierte sonrisas.
La sexta ya ha pedido perdón, a mí me ha hecho mucha gracia. Menos mal que en estos días inciertos en que vivir es un arte con tanta crisis y tanta noticia deprimente todavía nos podemos reir a veces viendo las noticias.
Y hoy no pongo canción porque es tarde y no sé qué narices hago todavía en la oficina. Fijaos si estoy rebelde :P. Eso sí, dejo una frase de una canción de Celtas Cortos.
Y que yo sienta simpatía por Rajoy por un comentario sobre el ejército.... Manda huevos
La canción no tiene nada que ver con lo anterior, que Rajoy no me ha inspirado tanto. Tengo la nueva maqueta de Tiza, la verdad es que la mayor parte de las canciones ya me las sabía (es lo que tiene ser fiel a sus conciertos), como no podría decidirme por ninguna dejo la que ella escogió como título.
Soy una almena sin una princesa soy unos hilos tras una cometa Soy una niña que todo lo mira y que corretea por una cornisa Soy una pobre insensata que espera poder sonreir aunque ya nadie quiera Tiza
Yo soy un desastre y sufro principio de síndrome de Diógenes . Por alguna extraña razón soy incapaz de tirar las cosas, acumulo papeles, fotos, objetos… Hoy me he encontrado dentro del cuaderno del trabajo un papel de publicidad que me dejaron enganchado en el limpiaparabrisas del coche, lo guardé porque me parece que no tiene desperdicio. Os lo copio literalmente:
XXXX (nombre de la empresa que no voy a poner) Reformas
Albañileria, fontaneria, pintura, jardineria.
Pequeñas cosas de la casa:
MARIDO: lo que siempre vas dejando MUJER: lo que tu marido no arregla NUNCA.
PRESUPUESTO SIN COMPROMISO!
No me molesta el hecho de que no considere nuevas opciones de familia, ni que parezca que sea hasta impensable que la mujer sea capaz de plantearse siquiera arreglar nada (que para eso están los hombres). Es que me repatea que se coman las tildes, si no saben ni escribir sus labores, ¡¡¡cómo van a saber hacerlas!!!
Qué larga se me está haciendo esta semana, más semanas como esta y salimos en los periódicos…
Todo terminó, lo vi en las noticias, el fuego destruyó mi odiada oficina. No hubo desgracias personales, no ha habido muertos, se cifran en cien millones los daños materiales ...
Fuego en mi oficina huele a gasolina me muero de risa
Hoy sale a la venta el nuevo disco de Bunbury. Aunque a mí los duendes me lo enviaron ayer. Todavía no me ha dado tiempo a escucharlo con mucho detenimiento, con las canciones me pasa como con las personas, siempre me gustan más las que necesitan su tiempo, las que ganan cada vez que las escuchas (las canciones) o las conoces (las personas). Me ha dado la impresión de que las letras están un poco menos cuidadas que en los discos anteriores, hay un par de estrofas que parece que las ha terminado con la primera frase que se le ha ocurrido porque estuviera deseando cerrarlas, a pesar de ello, me gusta.
He de decir que coincido bastante con lo que dijo Víctor Alfaro sobre la polémica respecto al hombre flaco, creo que Bunbury debería haber mostrado un poco más de humildad y menos orgullo y haber reconocido que se inspiró en Casariego (esto lo hizo) y que se le olvidó incluirle en los créditos del disco (esto no). Creo que hubiera sido mucho más elegante por su parte.
En fin, en cualquier caso, a mí Bunbury como cantante me gusta mucho, que una cosa no quita la otra. Y mientras siga regalándonos canciones como ésta, yo seguiré escuchándole.
El porqué de tus silencios qué quieres ocultar el porqué de tanto tiempo sin hablar Dios te libre de inventar de mentir o de callar cuando cantas Como un pájaro indefenso bajo la tempestad aún encuentras fundamentos en la ruina cruel de tu memoria al recordar el porqué de tus silencios
Quizá no esté tan mal que sea complicado aparcar. Quizá nada esté demasiado mal cuando tú estás a mi lado.
Y pasea Madrid al ritmo de mis pasos y otro corazón que suena a blasfemia pido algún favor a las estrellas solas de la noche y añoro la complicidad del coche buscando aparcamiento como quién buscaba aliento y todos los semáforos en rojo eran puntos de derroche
Pero para mí no es pasado y quiero aprovechar cada minuto que me regala el presente. Esta noche buscamos aparcamiento y nos derrochamos en cada semáforo.